Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar olvidado, existía la Princesa Costurera, hacedora de unos bolsos preciosos (entre otras cosas), y maestra en el arte de enseñar a confeccionarlos, y la Modistilla Valiente, pariente del Sastrecillo Valiente, se enamoró de sus bolsos, y allá que fue para aprender a hacerlos.
Lo que no sabía la Modistilla Valiente es que el bolso cosido por ella estaría encantado, y que toda aquélla que le echara un vistazo, caería bajo su hechizo, codiciando tenerlo. Así que ella, confiada, se lo mostró orgullosa a la Princesa G, y... ¡Horror! Cayó en las redes del encantamiento.
Entonces, la Hada Madrina Alfiletera se le apareció, y le explicó que había una forma de romper el encantamiento: la Modistilla Valiente debía coser un bolso para la Princesa G, aun más bonito que el anterior. Pero para que surtiera efecto, ésta debía elegir las telas, y decidir cómo sería el bolso salvador.
Las telas fueron elegidas, pero se guardaron en un cajón y misteriosamente (sin duda debido a la maldición) allí permanecieron por años, hasta que el Rey Rocky (padre del Príncipe Rocky Junior) dió con ellas, y sacó a la Modistilla Valiente de su letargo.
Ésta, finalmente lo cosió, y se lo encomendó al Rey Rocky, sabedora de sus habilidades rastreadoras.
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| "Aquí lo suelto, que no puedo más"- pensó el Rey Rocky |
Hasta que por fin dió con la Princesa G, la cuál lo cogió entre sus manos, y exclamó: "¿Cómo es posible que ansiara el bolso de la Modistilla Valiente, si era una horterada?".
La princesa, agradecida, invitó al rey Rocky a chapotear en la fuente de su castillo, cosa que éste disfrutó muchísimo, pues era uno de sus pasatiempos favoritos.
Pasaron los años, y el bolso salvador ocupó un puesto de honor en los complementos de la Princesa G, pues ésta siempre apreció el valor de su adquisición.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
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Y también se han acabado mis "Propósitos para este verano-otoño". Con lo cuál ahora sí que sí, me siento totalmente liberada. ¡Bien!
Pero ya vuelvo a tener nuevas cosillas que hacer. Esto es un no parar :P.
¡Buen fin de semana!
Q bonito te ha quedado!!!!!!!!!!!!!!! enamorada estoy de el!!!!!
ResponderEliminar¡Gracias, Lauri! Mi trabajo me dió (mi máquina de coser no responde bien cuando le pones varias capas, grrrrr), pero mereció la pena el esfuerzo. Un besazo enorme.
EliminarQué chulada!!!! Y con cuento y todo...te ha quedado muy "pro" ;-)
ResponderEliminarSí, sí, súper "pro" :P. Yo y mis arrebatos, jajaja. Ahora la dueña no sólo tiene un bolso, sino en cuento toíto pa ella. ¡Gracias, Nekane!
EliminarQ bonito!!!!/ joooooo ahora necesito uno pero de mano, joooooooo quiero ser una princesa tambien!!!!
ResponderEliminarPues Maite, a por él, y sé ¡princesa por un díaaaaa! Yo también quiero, jajaja. Muuuuaaaak.
EliminarEs precioso, la tela, el bolso, lo bien que está hecho y sobre todo el cuento...y ahora a por cosas nuevas, como debe ser. Bss
ResponderEliminar¡Eso es! Y son muchíiiiiisimas las que quiero hacer. ¡A por ellas! Besos, guapa.
Eliminarjajaja genial post! el bolso es mono, pero el cuento mas!
ResponderEliminarbesotes
¡Gracias, Vero! El cuento... Menos mal que no me gano la vida como cuentacuentos, jajaja. Muaaaaak.
EliminarUaaaaa, qué bonito el bolso (y el cuento también)! Qué suerte volver a encontrar las telas, quedan perfectas!!
ResponderEliminar¡Gracias, guapa! Sí que lo fue. La verdad es que no tengo perdón, porque tengo telas preciosas, y ahí están todas, víctimas de un "maleficio masivo" :P. Ya les estoy dando salida, que esto no puede seguIr así.
EliminarMis ojos han ido por un lado admirando este precioso bolso y mi mente viajaba por otro con tu cuento... me he desdoblado completamente!!! Ha sido una experiencia mágica!! Al final es cierto que ese bolso tan bonito tiene poderes para hechizar.... Un besazo.
ResponderEliminarRosy, se me ha visto el rejillo, que me encantan los cuentos. Al fin y al cabo, no es por casualidad que mi blog se llame como se llama. De verdad de la buena que está encantado. ¡Lo que me costó desprenderme de él! Un besazo enorme, guapaaaaaa.
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