Tengo una máquina del tiempo, y pienso llevarles hasta el mes de agosto, así que... ¡¡¡agárrense muy fuerteeeeeee!!! (Lo sé, lo sé. He tardado "un pelín" en enseñar esta costura, jijiji).
Cuando tienes una tela bigotuda, a la que tienes muchísimo cariño, medio metro para trapichear con ella, y tropecientas revistas, libros, sin olvidarnos de Pinterest... para decidir qué hacer con ella (si es que, cuánto más tienes dónde elegir, peor es), las opciones son infinitas.
Finalmente, la ganadora fue... ¡mi falda bigotuda!
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Los terminales del cordón, dudosamente visibles... |
Los bigotes me decían, con voz ronca y retumbante: "¡Falda, falda, faldaaaaaaaa!". Así que, falda fue.
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